Reciclaje, el clamor del mundo

Fuente: Revista Cosas
Por Efraín Hoffman

En estos tiempos, cuando el planeta necesita de nuestro granito de arena para poder sobrevivir a los terribles daños a los que ha sido sometido durante millones de años, tomar conciencia acerca de la correcta canalización de los desperdicios puede hacer la diferencia

Visto desde el punto de vista más crudo, el ser humano parece una máquina de generar desechos: consume insaciablemente diferentes tipos de productos y va dejando a su paso un conjunto de residuos. 

Durante millones de años la opción parecía ser dejar que estos materiales se deterioraran en contacto directo con la naturaleza, comenzando procesos cuya impacto negativo reconocemos como grave pero, en realidad, podría catalogarse de incalculable.

Por eso, ahora que el planeta más nos necesita, llega el momento de que tomemos conciencia y busquemos las formas más apropiadas y ventajosas para disponer de estos desechos, por lo que reciclaje o reutilización serán palabras claves.

Papel
Los árboles son fábricas de oxígeno vitales para el planeta y los principales descontaminantes del aire. Sólo un árbol produce 360 litros de oxígeno, una persona adulta consume esta cantidad por día y absorbe una tonelada de C02 a lo largo de su vida. Una tonelada de papel nuevo requiere de 10 a 15 árboles adultos; en el proceso se gastan 100.000 litros de agua, se emite sulfuro de hidrógeno en cantidad, se consumen 7.800 kvs/ h de energía y se contamina con cloro. La producción, uso y desecho del papel contribuye a la emisión de gases invernadero; es la tercera industria más contaminante, después de la acerera (2do lugar) y la química (1er lugar). 

Por eso, los beneficios ambientales de fabricar papel reciclado son:
  1. Minimiza la contaminación.
  2. Ahorro de dinero y un 60 % de energía, a partir de pulpa reciclada. 
  3. Una tonelada de papel reciclado salva la vida de 15 árboles adultos.
  4. Reduce la sobrecarga de basura, ya que, una tonelada de papel ocupa casi 2 metros cúbicos de relleno sanitario.
Plásticos
El plástico es uno de los contaminantes ambientales más perjudiciales, dado que la mayoría de este material que llega a la naturaleza, no logra degradarse nunca y genera graves daños a los animales. Sin embargo, la buena noticia es que los envases de plástico se pueden reciclar para la fabricación de bolsas de plástico, mobiliario urbano, señalización o bien para la obtención de nuevos envases de uso no alimentario. Sin embargo, aunque se logre alargar la vida útil del plástico, al final terminará incinerado o en un relleno sanitario.

El reciclado químico –casi inexistente– promete ser el único medio que permita una pseudoinmortalidad en aquellos que pueden despolimerizarse. Las unidades de incineración de residuos con generación de calor o electricidad son una alternativa interesante para aprovechar el valor energético contenido en los mismos.

Vidrio
Cada persona produce aproximadamente 37 kg de vidrio de residuo al año. Reutilizarlo se traduce en una disminución de los residuos municipales, la contaminación ambiental y el ahorro de los recursos naturales. Cada kg de vidrio recogido sustituye 1,2 kg de materia virgen. Para poder evitar este impacto negativo, los envases de vidrio retornable son reutilizados con el mismo fin entre 40 y 60 veces, con un gasto energético del 5 % respecto al reciclaje. Esta es la mejor opción. 

Reciclaje de aluminio
La mayor parte de los metales pueden fundirse y volver a procesarse, ahorrando recursos en su producción; lo que representa el cuádruple de gastos en energía y materia prima. Los metales constituyen cerca del 10 % del desperdicio que producimos diariamente.

El aluminio se produce de la bauxita y para una tonelada de aluminio se utilizan 3,981 kg de bauxita que se encuentra en los primeros 3 metros del subsuelo de la selva, así que para sacarla, se talan miles de kilómetros de árboles.

Reciclar aluminio requiere el 90 % menos de energía y reduce en un 95 % la contaminación atmosférica generada por la fabricación a partir del mineral. Reciclar una lata de aluminio ahorra la energía requerida para hacer funcionar un televisor durante 3 horas y media.

Pilas y baterías
Este residuo, a diferencia de los demás, es tóxico, peligroso y altamente contaminante debido a que contiene mercurio. Las pilas “Botón” utilizadas en relojes, calculadoras, entre otros dispositivos son más contaminantes que las de uso común, sin embargo éstas tienen una mayor demanda y consumo en la sociedad.

La reutilización de los elementos que permiten el funcionamiento de las pilas y baterías es bastante compleja y requiere la instalación de plantas especializadas de costo elevado. Sin embargo, la inventiva y espíritu innovador humano han venido dando respuestas utilizándolos como fuente de inspiración y materia prima para sus obras.

Artículo publicado
Revista Cosas de Unicasa
Edición N° 74
Año 2012

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