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Adiós al pañal
Fuente: Revista Cosas
Por Patricia Vásquez de Maneiro Para ser buenos padres hay que aprender, leer y estar alerta y sensibles a la evolución de los hijos. Sobretodo entender y moldear su carácter, guiándolos con amor y disciplinaLa edad más común para que nuestros hijos dejen el pañal ocurre entre los 2 y 2 años y medio. Sin embargo, este proceso no se da por sí sólo. Es necesaria una constante comunicación de los padres hacia los niños, para hacerlos entender que poco a poco lo irán logrando. Lo ideal es explicarles con paciencia que esta transición es un proceso natural que forma parte de su crecimiento y apoyarlos en los avances y retrocesos. El tiempo, lo determinará cada niño por sí solo, sin embargo, luego de uno o dos meses de intentarlo, se suelen obtener resultados efectivos. Uno de los errores más frecuentes que comenten los padres durante este lapso es presionar a los niños y regañarlos cuando no se logra, rápidamente, lo que se busca. Se requiere de mucha paciencia y dejar de pensar que el cambio es de un momento para otro, como por arte de magia, nada está más alejado de la realidad. Si llevas meses intentándolo o ya tu bebé tiene más de tres años y todavía no deja el pañal ¡no te angusties! cada niño es un mundo diferente e irá avanzando de acuerdo a su propio ritmo. Entre los 2 y los 4 años de edad ocurre la maduración del sistema nervioso central que permite la autorregulación de los esfínteres y la conexión del cerebro con el cuerpo, a través del completo desarrollo de las neuronas y las sinapsis entre ellas. Por tal motivo, es normal que algunos niños abandonen el pañal con mucha más rapidez que otros o incluso que lleguen a hacerse pipí de noche hasta los 4 ó 5 años. Todo dependerá de cómo haya sido la transición del pañal a la bacinilla o al sanitario. Es muy importante que durante todo el proceso el niño se sienta apoyado por sus padres, familiares y maestros, ese es el gran secreto del éxito. Ser madre es una experiencia fuera de este mundo, pero todo viene con aprendizaje, paciencia, amor y disciplina. Hay que entender que a los niños hay que educarlos con reglas y mucho amor, pero lo más importante del mundo es amarlos y siempre apoyarlos, dejarlos que se equivoquen y estar ahí para ellos durante toda la vida. Artículo publicado
Revista Cosas de Unicasa Edición N° 88 Año 2013 |
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